Alumnos de Taller de Proyecto Vertical de la carrera de arquitectura que participaron en concurso organizado por la municipalidad de Talcahuano, que invitaba a diseñar un terminal de la locomoción colectiva para dicha comuna, hablan a cerca de sus proyectos en esta nueva edición del boletín Faug.
Entre los objetivos del concurso se encontraba realizar un diseño y un primer acercamiento a lo que debiera ser un centro que permita recibir a los pasajeros en los puntos de término o inicio de recorrido y, además, que los conductores de las micros pudieran tener baños y espacios de descanso.
Cabe destacar que invitación surgió desde la municipalidad de Talcahuano para esta asignatura, con el fin de resolver la falta de equipamiento y remediar la problemática con los vecinos.
El equipo que obtuvo el primer lugar estaba conformado por Gustavo Muñoz Saldías, Kateryn Suazo Ríos y Valeria Ulloa Riveros, quienes recibieron $500.00 pesos, los que fueron otorgados por la Municipalidad de Talcahuano y financiado por asociación de dueño de taxibuses. “Para nosotros el premio mas importante es que este proyecto se vaya a concretar y, por ende, que podamos ver cómo esto trae consecuencias positiva para los chóferes y la comunidad”, comentó Kateryn.
“Nuestro proyecto reconoce la identidad de Talcahuano, plasmando las esculturas urbanas como un hito de identidad dentro de la vialidad y el concepto de faro como una imagen potente de puerto (…) La idea fue que el terminal externo actuara como un hito dentro de la trama urbana y generara al mismo tiempo un polo de desarrollo en los lugares emplazados, que integrara a la comunidad”, explicó la estudiante de arquitectura.
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Kateryn Suazo, Valeria Ulloa y Gustavo Muñoz -
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Por su parte, el segundo lugar recayó en Lía Seguel Alvarado y Héctor Suárez Águila, quienes explican que la idea principal para el proyecto nace de las necesidades del chofer, “las cuales pudimos vivenciar en terreno. La realidad es que no poseen un espacio optimo para poder realizar sus paradas, que no duran más de 5 a 10 minutos, por lo tanto, nuestra propuesta busca otorgarle un espacio que funcione como un “Estar al aire libre”, de fácil acceso, un ámbito de relajación para que pueda tomar un refrigerio y, al mismo tiempo, observar el paisaje, además de que se convierta en una instancia para generar lazos sociales con los usuarios del transporte público y con la comunidad”.
El tercer lugar lo obtuvieron Felipe Anabalón Venegas y Martín Contreras Jara, del cual Felipe explica que “conceptualmente el proyecto es un objeto, pero un objeto que reconoce a su contexto, por lo que deja de serlo y despliega su estructura para acoger al espacio público. El objeto deja de serlo, la arquitectura y la forma dejan de importar, revalorizando lo que requiere la comunidad. La estructura se pone al servicio de ésta, así pasa simplemente a ordenar la proyección de los equipamientos futuros y se ocupa del objeto simplemente como la excusa para comenzar a apropiarse del espacio olvidado”.
Por último, recibieron una mención honrosa los estudiantes Sara Bustamante Fernández y Eduardo Morales Macheo, cuya idea fue “crear un espacio de convivencia y reunión de ambas partes, unir pasajeros con conductor, se trata de que este equipamiento no sólo sea de utilidad para los conductores de locomoción colectiva, sino que también entregue espacio público para los vecinos que conviven a diario con los choferes”.
