Destacada arquitecta Cazú Zegers dictó clase magistral 2017 en la Faug, oportunidad en la que realizó una revisión de sus obras emblemáticas, su visión de la profesión y la forma en que se enfrenta al proceso creativo. Además, los asistentes tuvieron la oportunidad de realizar preguntas y conversar amenamente con ella.
De esta manera, la charla comenzó con un diálogo con académicos y estudiantes, con quienes compartió su método de trabajo o tesis del territorio, “que denomina gesto-figura-forma, en la que está también integrada la palabra o la poesía, uno de los sellos de la escuela de la Universidad Católica de Valparaíso, donde se formó”, comenta Panorama UdeC.
“Yo hago arquitectura desde la poesía, que antecede a la forma”, afirmó, señalando la importancia que tiene conexión previa con los territorios en que se emplazan los proyectos. “El terreno da muchas pistas, siempre hago los croquis en el lugar, porque de alguna manera este ejercicio de pasar de las tres dimensiones del espacio a una hoja, obliga a la abstracción”, comentó.
Asimismo, también contó a los estudiantes de sus temores al terminar la carrera “cuando salí sentía que no tenía ninguna capacidad para ser arquitecto” un aspecto que, en su experiencia, se supera empezando con pequeñas cosas, buscando en lo “uno puede ser mejor” y creando un método propio, porque -en su opinión- no hay una receta única. Tampoco, agregó, “existen soluciones pre hechas. Hay que hacer todo como si fuera la primera vez, como estar desnudo frente a las cosas, no repetir fórmulas que uno sabe que funcionan, porque es muy tentador usar cosas que funcionan (…)”.
En la oportunidad se refirió también a sus obras más premiadas, entre ellas el Hotel Tierra Patagonia en las Torres del Paine, trabajo por el que ha recibido varios reconocimientos. En este sentido comentó que la solución para el proyecto nació desde “la vastedad” de ese territorio, buscando que la construcción no “desmitificara, que no matara el lugar” y se integrara a la topografía, como un elemento más de ella.
Por otro lado, destacó que en la arquitectura “lo importante es tener una idea, porque es la que lo lleva a uno a encontrar soluciones nuevas y afinar las tecnologías para poder solucionar los problemas y no decir que no se puede hacer o copiar de otros. En Chile tenemos muchos recursos, todo está en la capacidad de encontrar las soluciones”, comentó.
Por último, la arquitecta comentó que “la arquitectura y dar casa al hombre es una cosa espiritual, es dar forma a la vida, a la ciudad, porque lo que uno construye es el continente de las relaciones, no construye un continente para después instalar las relaciones” y para eso, dijo, hay que experimentar en distintos campos. “A mí personalmente me encanta la música, la cosa cultural; soy amante de la naturaleza y hago mucha actividad al aire libre, hago danza moderna, tengo una vocación social fuerte, profunda; tengo mucho entusiasmo por todo”.