Docente Rodrigo Pérez organizó, junto a los arquitectos Oscar Carrillo y Romina Acevedo, de Manzana Verde y Estudio Tribal, “Taller de construcción con fardos de paja y tierra cruda”, ello “respondiendo a nuestros compromisos tanto con la Red Arcot como con la asignatura electiva de arquitectura y construcción con tierra”, comentó el profesor de la Faug.
En este contexto, se decidió abordar este sistema constructivo por sus grandes cualidades, que lo hacen una solución sustentable, eficiente y económica. Así, “consideré importante que nuestros alumnos tuviesen la oportunidad, no sólo de conocer los aspectos teóricos de la técnica, sino la experiencia en terreno para construirla”, explicó.
Además, detalló que “si bien los aspectos referidos a la tierra son de mi dominio, la técnica con fardos de paja es nueva para mí, de hecho en mi labor profesional externa a la Faug estoy trabajando en un proyecto con ella para un matrimonio de médicos en un terreno en la comuna de Pinto, Chillán, que será su casa definitiva, con una superficie de 200 m2. Por lo anterior, también estoy capacitándome con este taller y, a su vez, colaborando activamente, no sólo en la organización sino además coordinando y aportando trabajo en terreno”. En definitiva, el objetivo es que cuando se construya “mi proyecto podamos generar otro taller para más alumnos Faug y dar la oportunidad de hacer prácticas”, puntualizó.
En cuanto al “Taller de construcción con fardos de paja y tierra cruda”, éste comenzó el viernes 16 de diciembre, donde se dictaron los primeros contenidos teóricos y se mostró a los asistentes los ensayos de laboratorios (IDIEM, CITEC-UBB) que se realizaron para validar la solución constructiva en respuesta a las exigencias normativas, obteniéndose excelentes resultados, como, por ejemplo:
1.- Resistencia al fuego logró holgadamente un F-120, es decir, que ante la acción del fuego (incendio) la solución de <estructura de madera + fardo de paja + revoques de tierra cruda por ambas caras> resiste sin problema 120 minutos antes de evidenciar un deterioro o colapso por incendio, en otras palabras, quedó validado como muro cortafuego que de acuerdo a nuestra normativa es la máxima exigencia.
2.- Resistencia térmica: la norma indica una Rt mayor a 1,67 m2K/W en Zona Térmica 7 (más exigente) y los resultados arrojaron una Rt de 6,67 m2K/W, es decir, casi 4 veces por encima del mínimo exigido para una ciudad como, por ejemplo, Punta Arenas.
Posteriormente, el domingo 18 de diciembre, se realizó el primer módulo práctico en un terreno en la localidad de Florida, donde se construirá una pequeña casa experimental. “La jornada, que duró todo el día, comenzó aplicando la teoría en cuanto al reconocimiento del tipo de suelo (tierra) del lugar y desarrollando experiencias para determinar su composición y plasticidad, entre otros. Todo ello es básico para saber cómo mejorar las características de ésta para su aplicación en la construcción”, explicó el docente.
También, se les enseñó a los estudiantes a trazar y usar el nivel de manguera, para luego utilizar las herramientas para preparar y armar la estructura de madera para los tabiques que se rellenarán con los fardos y se revocarán con tierra. Importante destacar que también se les exigió y habló de la importancia de los elementos de seguridad como bototos, casco y antiparras.
En palabras del profesor Pérez, “fue una experiencia agotadora, pero inolvidable y de un nivel de aprendizaje muy significativo y que continuará el día 6 de enero de 2017 con el segundo módulo teórico y el sábado 14 y domingo 15, durante todo el día, el segundo y tercer módulo práctico donde se confeccionarán los muros (tabiques), techumbre y revoques con tierra cruda”.
Asimismo, agradeció el permanente apoyo de Decanato para realizar estas actividades y en esta oportunidad además, “reconocer el gran apoyo económico de la Unidad de Apoyo Estudiantil que lidera el profesor Pedro Orellana. Todo lo anterior ha permitido realizar estas actividades con un costo menor para los alumnos”.
